Scones salados con queso, tomate y albahaca

Los scones son una de esas recetas que tenía en mi lista de pendientes desde hace bastante tiempo y que cuando por fin los hice se convirtieron en unos de mis panecillos favoritos. Son unos panecillos que se hacen con levadura química, la que utilizamos para los bizcochos por lo que no necesitan tiempo de fermentación, tan solo mezclar todos los ingredientes y hornear directamente.

Típicos en los desayunos y meriendas en Reino Unido, se suelen rellenar de clotted cream una nata muy densa con un alto contenido en grasa.

Los primeros scones que publiqué en el blog están hechos con una masa básica sin añadir ningún ingrediente extra, algunos los rellené con queso crema y mermelada de arándanos casera, y otros con mantequilla y mermelada de fresa, te recomiendo también que los pruebes porque están divinos.

Pero la variedad de scones que se pueden preparar es muy amplia, tengo familia viviendo en Inglaterra y me han sugerido unos cuantos que tengo pendientes, aunque lo que más ilusión me haría sería poder viajar y probarlos allí.

La receta de hoy son unos scones salados, he añadido a la masa queso rallado, tomates secos, albahaca fresca y unas escamas de sal en la superficie que les ha dado un toque riquísimo.

Son muy sencillos de preparar así que te animo a probarlos.

 

Ingredientes para 8 scones:

  • 75 ml. de leche
  • 1/2 cucharadita de zumo de limón natural
  • 2 hojas de albahaca fresca
  • 25 g. de tomates secos
  • 25 g. de queso gruyere rallado
  • 200 g. de harina de trigo común
  • 1 cucharada de azúcar
  • 1/2 cucharada de levadura química
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 55 g. de mantequilla fría
  • 1 huevo

Elaboración:

Comenzamos preparando una buttermilk casera, para ello vertemos la media cucharadita de zumo de limón natural en la leche, removemos y dejamos reposar durante 10 minutos.

Picamos finamente las hojas de albahaca fresca y los tomates secos.

Rallamos el queso.

Ponemos la harina en un bol amplio y agregamos el azúcar, la levadura química y la sal, removemos.

Añadimos la mantequilla fría cortada en dados y la integramos aplastando y presionando con las yemas de los dedos hasta que tengamos una consistencia arenosa, una especie de migas.

Hacemos un pequeño hueco en el centro y agregamos el huevo ligeramente batido y la buttermilk, mezclamos con un tenedor hasta que se integren.

Incorporamos los tomates secos, el queso rallado y la albahaca fresca, mezclamos con la mano para que se repartan bien por toda la masa.

Espolvorea un poco de harina sobre la mesa y vuelca la masa, pon un poco de harina por encima y forma una bola lisa y uniforme.

Enharina un rodillo y estira suavemente la masa formando un círculo de 2 cm. de grosor aproximadamente.

Precalienta el horno a 200 º C, calor arriba y abajo.

Pon un poco de harina en un cortapastas redondo de 6 cm. de diámetro y corta círculos de masa, los vamos dejando en una bandeja para horno, si es antiadherente no es necesario poner papel sulfurizado.

La masa que nos sobra la juntamos formando una bola de nuevo, estiramos con el rodillo y seguimos formando más scones.

Pintamos la superficie de los scones con un poco de leche y espolvoreamos unas escamas de sal.

Horneamos a 200 º C durante 20 minutos o hasta que estén bien doraditos.

Dejamos enfriar sobre una rejilla.

 

Espero que te hayan gustado mucho estos scones y te animes a probarlos, si es que todavía no lo has hecho.

¡Hasta la próxima receta!

♥ Pilar ♥

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2 comentarios en “Scones salados con queso, tomate y albahaca”

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