Cruasanes caseros

Crujientes por fuera, ligeros y suaves por dentro, los cruasanes o croissants son unos bollos de origen francés conocidos en el mundo entero. Dependiendo del país, se conocen con diferentes nombres, como medialuna, cachitos, cuernitos…

Cruasán

De origen francés, pero inspirado en un bollo austriaco. Los panaderos locales de París crearon los cruasanes inspirándose en el kifli, un bollo austriaco con forma de media luna, pero ellos lo hicieron con una masa fermentada hojaldrada, y crearon una verdadera delicia.

Si te apetece, puedes disfrutar de unos cruasanes caseros recién hechos, no voy a decir que sea una receta fácil y rápida, ni que te vayan a quedar como los que hacen en las pastelerías, pero como todo en la vida, con práctica y unos ingredientes de calidad, puedes conseguir muy buenos resultados.

Lo más complicado de hacer masa fermentada hojaldrada es laminar a mano, conseguir capas finas de masa y mantequilla no es tarea fácil si no tienes una laminadora. Aunque influyen muchos factores, uno de los más importantes es la temperatura de los ingredientes, y también la temperatura ambiente, ¡no hagas cruasanes en verano! Salvo que estés en una habitación con un aire acondicionado muy potente.

Como siempre, he grabado la receta en vídeo, es la mejor manera de ver todo el proceso porque muchas veces es difícil explicar con palabras, así que te recomiendo que lo veas.

 

Ingredientes para unos 10 cruasanes

  • 250 g. de harina de fuerza
  • 5 g. (1 cucharadita colmada) de levadura seca de panadería (15 g. si utilizas levadura fresca)
  • 25 g. de azúcar
  • 5 g. de sal
  • 50 ml. de leche fría
  • 100 ml. de agua fría
  • 150 g. de mantequilla

Elaboración

  1. Pon todos los ingredientes menos la mantequilla en un bol. No eches todo el agua de una vez, reserva un poquito, y si ves que la masa lo necesita la añades después. Para hacer cruasanes no nos interesa una masa demasiado hidratada, además no todas las harinas absorben la misma cantidad de agua.
  2. Mezcla y amasa todos los ingredientes hasta que tengas una masa homogénea que se despega de las paredes del bol. Puedes hacerlo a mano o a máquina, yo lo hago a máquina, primero mezclo con el accesorio pala y después cambio al gancho amasador.
  3. Forma una bola de masa, tapa con un paño limpio y deja reposar 10 minutos.
  4. A continuación aplana y estira un poco la masa con un rodillo formando un rectángulo. Envuelve en film transparente y lleva al frigorífico al menos durante una hora.
  5. Pon la mantequilla fría, recién sacada del frigorífico, entre dos láminas de papel de horno, y con ayuda de un rodillo forma un rectángulo de unos 5-7 mm. de grosor. Primero aplánala un poco a base de golpecitos y después estírala. Reserva en el frigorífico con el papel de horno.
  6. Pasado el tiempo de reposo, pon la masa en la mesa enharinada y estira con un rodillo. Debes dejarla del doble de tamaño de la mantequilla para poder encerrarla dentro. Estira desde la mitad de la masa hacia arriba y desde la mitad de la masa hacia abajo.
  7. Retira el exceso de harina con una brocha de cocina y coloca la mantequilla en una mitad de la masa, dobla la otra mitad como si fuera un libro, de manera que la mantequilla quede dentro. Cierra bien los bordes presionando con los dedos para que no se salga la mantequilla.
  8. Estira la masa con el rodillo siempre desde el centro hacia arriba y desde el centro hacia abajo. Si es necesario, gira la masa noventa grados y dale un poco de ancho.
  9. Para hacer el primer pliegue retiramos el exceso de harina y dividimos mentalmente la masa en tres tercios. Doblamos el tercio inferior de la masa hasta un poco más arriba de la mitad, y a continuación doblamos el tercio superior colocándolo encima.
  10. Envolvemos en film transparente y dejamos reposar treinta minutos en el frigorífico. Es muy importante que mantengamos siempre la mantequilla fría.
  11. Retiramos el film y ponemos la masa sobre la mesa enharinada con el cierre del pliegue a nuestra derecha. Seguimos los mismos pasos para hacer el segundo y tercer pliegue.
  12. Una vez hechos los tres pliegues con sus correspondientes reposos en el frigorífico estiramos la masa formando un rectángulo de 40 x 25 cm., cortamos un poco los bordes para dejarlo más perfecto.
  13. Cortamos triángulos de 8 cm. de base. A mí me gusta hacer primero unas marcas en la masa con ayuda de una regla para que queden todos iguales.
  14. Para formar los cruasanes cogemos un triángulo de masa, hacemos un pequeño corte en el centro de la base, abrimos las puntas y enrollamos. Nos aseguramos de que la punta quede debajo para que no se levante durante el horneado.
  15. Ponlos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal, tapa con film transparente y deja fermentar a temperatura ambiente hasta que doblen su volumen.
  16. Los últimos 15 minutos llévalos al frigorífico, mientras precalienta el horno a 190 º C calor arriba y abajo.
  17. Pinta los cruasanes con una mezcla de huevo batido y un chorrito de leche y hornea durante 15-17 minutos.
  18. Deja enfriar sobre una rejilla.
  19. Lo ideal es consumir en el día, pero si te sobran, lo mejor es abrirlos y tostarlos, rellenos quedan riquísimos.

Cruasanes

Cruasanes caseros

Croissant

Con esta misma masa puedes hacer el famoso Croissant Supreme o croissant redondo, aunque yo publiqué una forma rápida de hacerlo con masa de hojaldre comprada.

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